JUEGOS ERÓTICOS
Aún recuerdo que ese día te besé. Sentí como, por un momento, las piernas me temblaban y como tú buscabas con pasión enredarte en mi lengua. Yo te dejé hacer, sí, porque querías seguir hasta que el frenesí nos llevara hasta la locura del placer.
Tus manos volaban como mariposas en primavera por mi cuerpo, buscando libar el deseo que ya se estaba despertando en mí. Quería perderme y me perdí en tus besos intensos y frenéticos. Me deje hacer. Rompiste con rabia la camiseta que llevaba puesta y con sus jirones, me ataste a la cama, primero las manos, luego las piernas y terminaste tapándome los ojos con mi viejo pañuelo rojo y azul. Era todo tuyo, ya no tenía escapatoria, era tu juego. Ahora todo estaba oscuro y solo sentía el placer.
Poco a poco, me terminaste de desnudar y tus húmedos labios recorrieron cada milímetro de mi cuerpo. Jugaste con mi cabello,cara,cuello, y me hiciste sentir tanto gusto, que la boca se me hizo agua. Luego pasaste acariciarme despacio, como tu sabes hacerlo, jugando suave y delicadamente tocando,susurrando advirtiendo. Después oí una risa desconocida, una voz desconocida y un cuerpo desconocido. Era tu juego y estaba dispuesto a jugarlo. Sentí las caricias de una lengua en la comisura de mis labios y unas manos que me agarraban con pasión. Luego sentí que llegaba al final que todos mis sentidos estaban agudizados a lo máximo que no podía esperar mas. Mis gemidos, se confundían tus gritos de placer, ¿o no eran los tuyos? No le sé. Ya estaba perdido en la oscuridad del placer. Ya no sabía quien eras tú y quien era la/el invitado. Era tu juego y lo estaba jugando.